Cuerpo Sano, Vista Sana
Publicado por DAVID en
Tener una vista sana es un componente fundamental para mantener una buena calidad de vida
Hasta una sexta parte de los adultos luchan con una afección ocular que amenaza su vista, y muchos más experimentarán una cierta pérdida de visión a medida que envejecen. Algunas de las principales causas de baja visión y ceguera están relacionadas con la edad, como la degeneración macular, las cataratas, el glaucoma y la retinopatía diabética. Afortunadamente, hay algunos consejos que podemos seguir para minimizar nuestros riesgos y mantener nuestros ojos lo más saludables posible.
Desarrolla hábitos de vida saludables
Mantenerse activo y comer de manera saludable no es solo una buena manera de mantenerse en forma y saludable, ¡Esto ayuda a que nuestros ojos se mantengan saludables! En particular, trata de que las frutas y las verduras de hoja verde oscuro sean una parte importante de tu dieta y haz ejercicio con regularidad. Igual de importante, es evitar hábitos poco saludables como fumar. Fumar, en particular, es un factor de riesgo enorme para muchas afecciones que amenazan la vista.
Programa exámenes físicos regulares
Las afecciones crónicas como la presión arterial alta y la diabetes, si no se tratan, pueden provocar problemas graves de salud ocular. La diabetes está relacionada con la retinopatía diabética y la degeneración macular, y una persona con presión arterial alta no tratada es más propensa a sufrir accidentes cerebrovasculares oculares. Todo esto puede resultar en una pérdida permanente de la visión, razón por la cual los chequeos regulares en el consultorio del médico son tan importantes para la salud ocular. Cuanto antes se descubra una enfermedad crónica, ¡antes podrás empezar a combatirla!
Observa cómo tu vista puede estar cambiando
Los cambios en la vista tienden a ser muy graduales, lo que puede hacer que sea difícil notarlos al principio. Si notas un cambio, programa una cita con el oftalmólogo. Ya sea que se trate de las primeras etapas de una afección ocular grave o simplemente necesites una receta actualizada, es importante obtener la experiencia del oculista. Sin embargo, si experimentas síntomas como destellos de luz, dolor o hinchazón en los ojos, ojos rojos o un aumento repentino en la cantidad de manchitas volantes que ves, acude directamente al oculista.
Conoce tus factores de riesgo para las enfermedades oculares
Si tu familia tiene antecedentes de enfermedades oculares, diabetes o presión arterial alta, podría significar que tu también tienes un mayor riesgo de desarrollarlas. La edad también es un factor de riesgo enorme. No podemos controlar si encajamos en estas categorías de alto riesgo o no, pero podemos tomar buenas precauciones, como ceñirnos a un programa regular de exámenes de la vista y mantener esos hábitos de estilo de vida saludables.
Protege sus ojos del sol
Mantener nuestros ojos a salvo de los dañinos rayos UV no es tan fácil como agarrar el par de gafas de sol más baratas que podamos encontrar. Tenemos que asegurarnos de que las gafas de sol que elegimos estén diseñadas específicamente para bloquear el 100% de los rayos UV-A y UV-B. Si lo hacen, estará en la etiqueta. Las gafas de sol que no bloquean los rayos ultravioleta en realidad pueden ser peores que no tener gafas de sol, porque reducen las defensas de nuestros ojos.
Programa tus exámenes de la vista
Los exámenes de la vista juegan un papel muy importante para mantener una vista saludable de por vida. Algunas enfermedades que amenazan la vista no se pueden revertir, pero cuando se detectan temprano, podemos hacer mucho para frenar o detener su progresión. Es por eso que los exámenes oculares regulares pueden marcar la diferencia entre la pérdida permanente de la visión y salvar la vista de un paciente con éxito. Tus factores de riesgo personales determinarán la frecuencia con la que deben realizarse esos exámenes de la vista, pero un buen punto de partida es una vez cada dos años.
